Creativo, autoexigente e inquieto por ofrecer algo diferente a lo convencional. Todo aquel que conoce a Sergio Cócera, sabe que estamos ante una persona única que trabaja incansablemente en búsqueda de la excelencia para sorprender a todos los que comen en sus restaurantes. Un nervio que respira creatividad en cada creación culinaria. Porque Sergio es de aquellos cocineros que entiende la gastronomía como una experiencia, como una sensación que uno se debe llevar y que no debe olvidar pase lo que pase. Sergio se formó en la Escuela de Hostelería de Barcelona y ha trabajado en las mejores cocinas del mundo como el desaparecido Bulli, el Celler Can Roca, Arzak, entre otros…